D’Berto ha conseguido diferenciarse del resto de la oferta gastronómica del sector por su peculiaridad: ejemplares de gran tamaño y primera clase. Lubinas y bogavantes de 5 kilos o más, cigalas cocidas de medio kilo o gruesos percebes de O Roncudo hacen que los comensales disfruten primero con la vista, para para continuar con el resto de los sentidos.